No me consideraría jamás un artista de élite.
Ni siquiera uno que despunte en el panorama extenso de artistas digitales que en estos momentos se despliega por la Red.
Hay obras maestras flotando en el mar de información que puedes encontrar en los foros de Arte Digital.
Las mías no considero que estén incluidas en ellas. Pero una cosa es cierta: están realizadas con tesón, meticulosidad y amor por la creación de algo nuevo, algo nunca visto. Tal vez inspiradas a partir de un sueño, de una sensación, un paseo o un acontecimiento.
Si.
Un artista digital de élite normalmente tiene una formación artística sólida, adquirida en un Colegio superior, una Academia de arte o incluso la Universidad.
Pero lo más esencial en el proceso de creación es el talento.
Tu puedes pensar que el talento se tiene, no se adquiere.
Falso.
Soy de la opinión de que el talento se puede adquirir, pero requiere un trabajo de investigación, práctica y muchas horas de dedicación. Aún así, no todo el mundo puede conseguir crear obras que a todo el mundo gusten. Al fín y al cabo nos pasa con las películas, la música y las obras de arte de artistas ya consagrados y considerados en todo el mundo y en todas las épocas.
A todo el mundo no tiene porqué gustarle un estilo, aunque la ejecución, la idea original sean perfectas. Porque el Arte, en cualquiera de sus manifestaciones toca una fibra delicada del ser humano: sus sentimientos. Por esto, que una obra sea aceptada o no depende en gran medida de la época, de los estilos vigentes y del ámbito socio-cultural.
Es cierto que todo el mundo reconoce normas y entiende mensajes, aunque mucha gente no esté formada para ello. Muchas personas tienen sensibilidad suficiente para decidir si una obra es buena o mala, atendiendo al único criterio válido: lo que estimula en ellas.
Tu misión, como creador, es acercarte al punto en el que estimules sensaciones en otros.
Que tu obra, sea del género que sea, provoque o transmita los sentimientos, las sensaciones o la información sobre lo que esa obra representa para ti y que por añadidura haga sentir y/o pensar a los demás.
Si lo consigues, da por seguro que eres un “buen artista”, independientemente del número de “adeptos” que consigas.
Y da igual el número: sean 100 o 100.000. Tu objetivo se habrá logrado de uno u otro
modo.
Tenlo en cuenta al crear cualquier producto multimedia; sea un corto, un escrito un cuadro, un videojuego…
J.L.Garcia
Oniralia Multimedia.
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